Compramos la casa con el crédito que nos dio el banco, una casa muy bonita de dos pisos algo vieja, pero nada que no pudiéramos reparar nosotros, la estructura en general estaba bastante conservada, por eso las otras reparaciones nos costarían mucho menos dinero.
Nos mudamos tan pronto el banco arregló los papeles, llegamos con pocas cosas, lo básico para poder vivir allí, camas, elementos de cocina y una sala pequeña para los tres, mi esposa mi hijo y yo. La casa tenía un patio trasero enorme donde había dos árboles bastante grandes, a mi hijo le gustaba mucho jugar en el patio, se pasaba horas jugando allí, la mayoría de noches cuando regresaba de jugar y entraba a la casa a mi esposa le daba un micro infarto al ver lo sucio que mi hijo regresaba, teníamos que meterlo a bañar.
En ese entonces tenía cinco años y no podía evitarlo, él solo se preocupaba de la diversión y nada más, lo veía en su rostro pues era un niño muy feliz, muy amable un niño bastante agradable.
Llevábamos ya unos dos meses viviendo en aquel lugar cuando todo comenzó, todo empezó con un olor extraño por las madrugadas, al principio era un olor como de gas, como si hubiéramos dejado abierta la llave de la estufa pero sin encenderlo, alarmado me levanté a revisar de dónde venía el olor pero no pude descubrir su origen, mientras exploraba, el olor comenzó a dispersarse hasta que desapareció por completo.
El olor invadía la casa algunas madrugadas y yo preocupado me levantaba siempre, pues el hecho de que el gas esté saliendo sin control es bastante peligroso, una de esas noches el olor era mucho más intenso, pero estaba mezclado con otro putrido aroma, un olor como a caño una, mezcla de excremento podrido y agua sucia estancada, bajé rápido a la cocina pues lo intenso del olor era impresionante, bajé corriendo, revise la estufa, la conexión entre la estufa y el tanque de gas, pero el olor no provenía de allí, estaba como en general en toda la casa, revise el baño pensando que de alguna coladera se escapaba aquel olor de cañería tan peculiar, pero no, al contrario olía limpio, pues mi esposa, había lavado ambos baños por la tarde.
Decidí regresar arriba pensando que entonces sería el baño de arriba, tal vez al ser lavado movió agua que estaba estancada allí de hace meses que no seocupaba la casa y de allí se desprendía el aroma.
Comencé a subir las escaleras mientras pensaba sobre el origen de la peste cuando entre un pensamiento y otro, pude escuchar un llanto leve pero triste, con un volumen muy bajo y la angustia tan grande que yo no la podía imaginar, estaba claro que no era mi hijo pues así no lloraba.
El llanto era leve, muy fino, era el llanto de una niña, y niñas no hay en mi casa, pensé de primera que era mi imaginación y continué subiendo, cuando me quedé quieto por un segundo, pude escucharlo de nuevo, me quedé congelado a la mitad de las escaleras pues escuchaba el llanto a mis espaldas como si me acompañara al subir, no podía voltear porque fuese lo que fuese que estaba llorando, estaba tan cerca mío que si volteaba iba a ver sua specto horrible, cerre mis ojos tan fuerte como di eso fuera a hacer alguna diferencia y lo hizo pues mis oídos prestaron más atención a aquel terrible llanto.
Me llegó el valor de las oraciones que recitaba en mi cabeza, subí de nuevo y corrí hasta mi cuarto, mi esposa se despertó pues me metí a la cama de un salto, me preguntó por qué tanto lío, le platiqué lo sucedido y solo me recriminó estar loco se giró sobre su hombro y echó a dormir como si nada.
Al siguiente día mientras desayunábamos platicaba con mi esposa lo serio que se había puesto el evento nocturno, pero seguía insistiendo en que era mi imaginación pues ella para empezar no había percibido ningún olor raro, no había escuchado a nadie llorar ni nada similar, dejamos de hablar de eso cuando mi hijo entró al comedor, mi esposa fue a lacocina a servir el desayuno para él, mientras estábamos solos los dos le pregunté porque lloraba en la noche que si tenía miedo estando solo en su cuarto, pero me negó por completo él siquiera sentirse triste o algo, él estaba disfrutando mucho la nueva casa y el tener su propio cuarto.
Olvidé el asunto por mi propia paz mental y con ese mismo fin de tener paz mental revise las conexiones de gas, tanto de la estufa como del calentador de la regadera, pregunté a los vecinos si es que ellos habían percibido aquel olor pero ambos lo negaron.
Olvidé eso hasta dos noches después cuando de nuevo el intenso olor me despertó, el reloj que tengo en mi buró indicaba con luces verdes que eran las 3:15 de la madrugada, me dio escalofrío la hora pero como todo hombre maduro no podía arriesgarme a quela llave del gas estuviera abierta y que el gas estuviera escapando por algún otro lugar, era la segunda vez que percibía que el olor, Así que apresurado para evitar un accidente, bajé corriendo, pero de nuevo el olor no venía de la cocina y para Cuando bajé ya se estaba dispersando.
Preocupado por no saber de dónde venía aquel olor y el peligro que implicaba, me puse a buscar otra posible Fuente del aroma, Pensé en el gas del refrigerador, Así que lo jalé con fuerza, lo suficiente como para poder meterme Detrás de él y ver si el olor venía de allí, olfatee con fuerza, pero en lugar de oler algo, mis oídos escucharon una voz pequeña, tierna, que detrás de mí me saludaba, no lograba sacar la cabeza de atrás del refrigerador, no quería voltear a mirar aquello que estaba de pie, mi boca estaba seca y apretaba los ojos con fuerza, sentía su mirada en mi espalda.
Comencé a rezar en voz alta, pero con cada palabra mi piel se erizaba más y más, la sensación de que aquello caminaba lento hacia mí me causaba temblores como espasmos, no me podía mover por el terror que sentía, apreté mis puños con fuerza y con lágrimas dirigí la mirada donde escuché aquella voz, estaba yo solo en lahabitación.
Como alma que lleva el diablo corrí a mi cuarto, de nuevo mi esposa alarmada se levantó, yo con voz baja pero como gritando, le afirmé que aquello Me había hablado, lo repetí tantas veces hasta que mi esposa desesperada me hizo callar, esa noche no pude dormir, sabía que algo no andaba bien en mi casa, sospeché que en mi casa residía alguien más que mi esposa, mi hijo y yo.
Al amanecer mi esposa me interrogó y le relaté con todo detalle aquello que aconteció de madrugada, ya con más seriedad me dijo que ella no había escuchado nada pero que pondría más atención, esa tarde mi hijo jugaba en el patio de atrás como cualquier otro día, pero al entrar de vuelta a la casa, entró bastante serio, como sorprendido, Por locual le interrogué si todo estaba bien, como si lo hubiera despertado de un pensamiento volteó a verme y me contestó que todo estaba bien, como siempre venía muy lleno de tierra y se fue directo a bañar.
Ésa misma noche pasó algo que jamás pensé que yo podría vivir, como ya puedes imaginar el olor aquel como a gas y cañería me despertó una vez más, pero esta vez eran las 3:43 de la madrugada, pensé que tendría que quitar aquel maldito reloj de mi buró, Pues el solo verla ahora me inquietaba, dudé mucho en bajar, Estaba despierto en mi cama recostado sobre mis manos mirando aquel reloj perdido en mis pensamientos, me hizo volver el sonido de una tierna voz que me pedía agua desde afuera de mi cuarto, enseguida se atrevió a tocar tres veces y de nuevo Me pedía agua, añadiendo que tenía mucha sed, esa no era la voz de mi hijo, el terror de aquella voz, la voz de una pequeña niña pidiendo solamente agua, me indicaba que no debía abrir esa puerta, me senté en mi cama para poner atención y ver si pasaba algo más.
Noté que mi esposa también estaba despierta, solo mirando el techo aterrorizada, era evidente que también había escuchado aquella sombría petición, miramos ambos hacia la puerta y pudimos claramente escuchar que alguien corría con pies descalzos desde la puerta hacia las escaleras, luego se detenía el sonido y enseguida una risa divertida en mi sala, una tierna risa de una pequeña niña en mi sala a las tres de la madrugada, nos quedamos despiertos especulando sobre aquel suceso, más tarde bajamos a desayunar y revisamos toda la casa, estúpidamente pensando que alguien se habría metido por la noche y nos había jugado una broma horrorosa, como es la mente que busca convencerse de que lo aterrador es una simple broma.
Cuestionamos a mi hijo sobre si él percibía algo extraño, si había escuchado algo o visto a alguien ajeno a nosotros, pero lo negó sin más, ni siquiera lo pensó, Fue bastante directo y claro, ese día me quedé hasta tarde en la oficina, la carga de trabajo era extenuante, salí de la oficina a la 1:30 de la madrugada, la empresa nos pidió un taxi que nos llevará a casa, cuando llegué pude ver que la luz de la sala estaba encendida, mis compañeros bromearon acerca de que mi esposa me esperaba despierta para hacer cosas de marido y mujer, yo me reí más bien pensando que estaría muy enojada por la hora en que llegué, pues ya pasaban delas 2:30 de la madrugada.
Abrí la puerta de mi casa y lo único que pude ver fue la oscuridad, la luz que había estado encendida hasta hace un segundo antes de abrir la puerta, estaba apagada, un escalofrío recorrió mi espalda, con voz temblorosa pregunté por mi esposa, para ver si recién iba camino al cuarto o estaba por allí en la cocina, pero no, nadie me contestó, en su lugar un frío rápido llegó a mis pies, el olor de cañería y gas se hizo presente como un suave manto que envolvía toda la casa, Entré y con la mirada al frente corrí hasta las escaleras, Sin voltear a la cocina, sin mirar a los pasillos, Sin voltear a ningún lado, más que a donde me dirigía.
Conforme avanzaba sentía la presencia de alguien detrás de mí, muchas veces sentía aquella emoción aterradora de que alguien te persigue mientras corres con la luz apagada Pero esta vez era real sabía que algo venía detrás de mí subí corriendo de un paso tres escalones luego otros tres y me detuve en el último escalón estaba la sombra de una niña oscura fría retadora lo que me perseguía no venía detrás de mí Estaba de pie justo frente a mí solo lo miré Por un segundo y se borró corrí a mi cuarto y desperté a mi esposa salimos a revisar obviamente esperando no encontrar nada encendimos las luces del pasillo las escaleras pero no había nada ni el olor ni el frío ni la niña.
De manera inusual al volver a mi cama caído como si no hubiera dormido durante días el sueño que tuve esa noche Más allá de ser horrible fue triste en el sueño estaba sentado en mi comedor apunto de desayunar y la niña de pronto entró a hacerme compañía yo no sentí miedo porque la niña estaba bastante tranquila se veía como una niña normal vestía un pijama Blanca se sentó a mi lado y comenzó a contarme El triste desenlace de su corta vida.
Donde su madre después de morir su padre se casaba con otro hombre uno que no era malo pero que solía enojarse mucho y muy rápido ese día la niña y su hermano estaban jugando con un globo aventándolo de un lugar a otro brincando para atraparlo sin darse cuenta su hermano lanzó el globo cerca de un bote de pintura Azul con el que estaban pintando el techo días antes ella al intentar atrapar el globo pateo el bote y la pintura salió disparada contra el muro.
En aquel muro colgaba la camisa nueva que iba a usar su padrastro al día siguiente ella en su Infante inocencia intentó lavar esa camisa sabiendo que lo que habían hecho estaba bastante mal conociendo el carácter de aquel señor la camisa tenía que quedar impecable antes de que alguien más se diera cuenta.
Minutos después el padrastro subía al cuarto y al ver el caos de pintura de un grito llamó a los niños para pedir explicaciones la niña respondió al llamado asustada con sus tiernas manitas detrás de ella temblando sostenía la camisa de aquel monstruo que estaba de pie frente a ellos escupiendo a gritos cantidad ingente de groserías Y eso que aún no había notado la ausencia de su camisa nueva los niños con lágrimas en los ojos solo lamentaban sus travesuras pero el padrastro no entendía de razones sus paredes perfectamente blancas estaban manchadas de azul.
En un gesto que hizo la niña para limpiar su hermosa cara de las amargas lágrimas dejó caer la tela de la camisa haciendo evidente el accidente más grande el monstruo abrió los ojos tan grandes tan rojos tan enojados que tomó a la niña por el brazo y le arrebató la camisa gruñendo entre dientes tomó un cinturón y la azotó con este hasta que consideró que era suficiente luego.
Tomó al niño por el cuello y le dio también con el cinturón cuando soltó al niño este no podía ni siquiera mantenerse en pie la niña asustada corrió fuera del cuarto pues su padrastro parecía querer seguir castigando su pequeño cuerpecito casi llegaba a las escaleras cuando el señor la tomó de la pijama por la espalda le detuvo en seco y la levantó por el aire fúrico cegado por el enojo arrojó a la niña al suelo si fue un mal cálculo o si fue apropósito jamás lo sabremos el hecho es que la niña cayó por las escaleras.
Un desafortunado escalón fue golpeado por la cabeza de la niña dejando su frágil cuello partido en dos para luego fantasmal rodar por el resto de la escalera por increíble que parezca Y según me cuenta Ella todavía escuchó el Lamento del señor también escuchó como su hermano lloraba mirando desde el piso de arriba me cuenta también que ella quería llorar pero no podía tenía miedo ya no sentía dolor lo único que quería era un abrazo de su madre y esperó allí tirada Mirando fijamente a la puerta esperando que su madre llegara horas y horas pasaron y al fin vio su último amanecer a través de los cristales de la sala como un ángel bañado en Luz.
Vio llegar a su madre, su madre corrió gritando asustada con incertidumbre me cuenta que lloró por última vez en el pecho de su madre luego recuerda mirar desde el pasillo sobre la escalera la elaboración del oscuro plan pues su madre amaba tanto aquel hombre que se atrevió a no reportar nada a la policía.
Y en lugar de eso ayudó a enterrar el cuerpo en el patio al costado de un árbol enojada y traicionada por su madre decidió quedarse y no dejar vivir en calma a quien viviera en aquella casa causando que sus padres y su hermano abandonaran aquella casa para no volver jamás al no cumplir con su cometido al fallar en hacerlo sufrir decidió cobrarse por cualquier medio a cualquiera que habitara allí terminó su historia diciendo que yo era un buen padre que tal vez yo no merecía sufrir pero que ella realmente no lo sabía así que por si acaso dejo que mi hijo la encontrara dejó que mi hijo jugara con sus huesos dejó que mi hijo entendiera Quién era ella y para hacerme sufrir de tal manera que jamás me pudiera recuperar.
Mi hijo sufriría de manera horrorosa me desperté de un salto y corrí a la habitación de mi hijo para revisar que estuviera bien sin despertarlo revisé que aún estuviera con vida me quedé con él sentado mirándolo toda la noche Hasta que amaneció mi hijo por fortuna despertó sin ninguna novedad le interrogué acerca de lo que la niña me había contado pero solo me respondió que prefería no hablar de eso pues en realidad la niña era su amiga y él no veía nada de malo en ella le pregunté si había encontrado algo en el patio algo enterrado bajo el árbol extrañado porque yo supiera sobre eso.
Me contestó que sí que la niña le había dicho dónde podía encontrar un tesoro y algunos juguetes que encontró ropas blancas una manta arena y en efecto un montón de juguetes Le pedí a mi hijo que me llevara a Aquel lugar bajamos justo al lado del árbol había un montón de tierra removida con una pala pequeña mi hijo comenzó a escarbar yo le ayudé mi hijo gritó y dio un salto se alejó dela Tierra la pijama de la niña una manta y un montón de huesos Era lo único que había en aquel hueco mi hijo juró que allí había juguetes en lugar de esos horribles huesos.
Mi esposa y yo rezamos cerca de aquel árbol y pusimos una veladora le dijimos a la niña que le ayudaríamos a encontrarla luz regresamos a la casa y discutíamos que debíamos hacer si llamara la policía o qué demonios tendríamos que hacer al final perdí mi día de trabajo mi esposa también y mi hijo por supuesto No fue a la escuela.
Después de discutir un poco más me recosté en el sillón donde me quedé dormido la niña me habló en sueños de nuevo susurrando diciendo que era mejor que nos fuéramos de la casa porque horribles cosas podrían pasar me desperté y ya era de noche mi esposa me habló hace nadie y fui terminando nos retiramos cada quien a dormir a medianoche el olor a gas y a cañería me despertó de nuevo, pero no era ni siquiera las tres de la mañana eran las 12:25 me levanté solo por curiosidad.
De alguna manera ya sabía que no era nada que era la niña insistiendo en asustar salí al pasillo y vi que la luz del cuarto de mi hijo estaba encendida podía verlo por debajo de la puerta fui y Toqué pero mi hijo no salía preocupado fui por la llave y abrí la luz estaba apagada escuchaba un llanto leve todo era penumbra lo que decía que el llanto fuera mucho más claro mientras caminaba lento hacia mi hijo sin querer golpeé un juguete que estaba en el suelo y este se encendió despertando a mi hijo quien se levantó dando un grito aterrador de Tremendo dolor.
Saltó de su cama y corrió desesperado por todo el cuarto lo alcancé y lo abracé pero no dejaba de sacudirse y gritar fue difícil pero logré encender la luz lo que vi mientras mi hijo se agitaba y lloraba era sin duda espantoso las manos de mi hijo eran negras los dedos eran solo pedazos de carne carbonizados tan profundo que hasta los huesos se veían negros cada que mi hijo los agitaba pedazos de piel y carne caían de sus manos además que olían horrible carne podrida las manos de mi hijo eran Ya solo retazos.
Llorando y gritando asustado mi hijo agitaba sus manitas lo cargué y salí del cuarto mi esposa estaba afuera muy asustada en el pasillo me miró y con voz temblorosa me dijo que en la planta baja se escuchaba el cantar de una niña era como una canción de cuna de las que nos cantan nuestras madres cuando vamos a dormir la tierna voz de la niña daba a la canción un tono macabro cuando puse atención a lo que la niña cantaba no era ninguna canción de cuna en lugar de una canción para dormir cantaba una advertencia que decía que una vez que mi hijo se quedó sin manos lo más divertido sería cuando se quedara sin piernas.
Salimos corriendo de la casa y nunca más volvimos ni siquiera por nuestras cosas teníamos miedo que la niña pudiera hacernos algo o que se mudara con nosotros por fortuna después de eso todo volvió a la normalidad entre comillas pues mi hijo se adaptó muy bien a no tener sus manitas vive muy feliz con su abuela y sus tíos lo que sí le cuesta mucho Aún es nuestra ausencia pues al llegar al hospital fuimos detenidos porque según el doctor la infección de mi hijo inició hace meses muchos meses además de tener quemaduras tan graves que la carne ya era cenizas solo mi hijo sabe la verdad de las cosas pero Nadie le cree creen que solo tiene miedo de nosotros.