La fisiocracia fue un movimiento económico que surgió en Francia a mediados del siglo XVIII y que se caracterizó por ser una corriente de pensamiento que defendía la idea de que la riqueza de un país se basaba en la producción agrícola.
La palabra "fisiocracia" proviene del griego "physis" (naturaleza) y "kratos" (poder), lo que significa "poder de la naturaleza". El fundador de la fisiocracia fue el economista francés François Quesnay, quien consideraba que la economía era un sistema natural y que los beneficios económicos estaban estrechamente relacionados con la producción agrícola.
Los fisiócratas defendían la abolición de las regulaciones y restricciones que impedían el libre comercio agrícola. Además, consideraban que el Estado no debía intervenir en la economía, ya que el mercado debía ser el único regulador de los precios y las actividades económicas.
Los fisiócratas creían que la riqueza de una nación se encontraba en la agricultura, ya que esta actividad productiva era la única que podía generar una renta neta, es decir, una producción excedente después de haber cubierto todos los costos de producción. Según los fisiócratas, la renta neta era la base de la prosperidad económica.
Los fisiócratas defendían que la economía era un sistema natural que operaba de forma similar a la circulación de la sangre en el cuerpo humano. Según esta teoría, la agricultura era el sector productivo que generaba la energía vital del sistema económico, mientras que la industria y el comercio eran considerados como sectores parasitarios que se beneficiaban del trabajo de los agricultores.
La fisiocracia tuvo un papel importante en la historia del pensamiento económico, ya que fue una de las primeras corrientes de pensamiento que defendió la idea de que la riqueza de una nación se encontraba en su producción. Además, sentó las bases de la teoría del valor económico y la teoría de la renta, que serían desarrolladas posteriormente por otros economistas.
Sin embargo, la fisiocracia también tuvo sus críticos, especialmente por su limitación al enfoque en la producción agrícola y por su rechazo a la intervención del Estado en la economía. Los críticos argumentaban que la fisiocracia no tenía en cuenta la importancia de otros sectores económicos, como la industria o el comercio, y que su defensa del laissez-faire era demasiado extrema.
La fisiocracia fue un movimiento económico que surgió en Francia a mediados del siglo XVIII y que se caracterizó por defender la idea de que la riqueza de un país se basaba en la producción agrícola. Los fisiócratas creían que el Estado no debía intervenir en la economía y que el mercado debía ser el único regulador de las actividades económicas. Aunque la fisiocracia tuvo un papel importante en la historia del pensamiento económico, también fue criticada por su limitación al enfoque en la producción agrícola y su rechazo a la intervención del Estado en la economía.