Relato 1
Relato 1
Hola, buenas tardes, amigos, me llamo Nico, yo tengo una experiencia bastante fuerte con la llorona que quiero contar, muchas personas en mi familia la conocen.
Esto pasó hace ya casi 12 años, era a comienzos de la época de lluvias, en mayo y justo ese día había llovido todo el día, para cuando cayó la noche, la lluvia seguía, era de esos días que llueve todo el día, pero suave, no un aguacero, esos días tenía bastante trabajo, trabajo como arquitecto y aproveché para terminar ese trabajo, pues tendría que ir a revisar un proyecto, pero hasta las 4 de la tarde, podía dormir hasta muy tarde sin problemas.
La mayoría de veces pongo música en YouTube y me pongo mis audífonos para poderme concentrar, eran ya casi las 3 de la mañana cuando me di cuenta que mi música dejó de sonar, a veces pasa que después de un rato YouTube te pregunta si sigues allí y mientras contestas pone pausa a los videos, pero no, más bien parecía como si se hubiera ido el internet a mi laptop, recargue la página, reinicie mi laptop, revise el modem, pero no, nada, en medio de todo ese silencio, comencé a escuchar el aullido de un montón de perros de mi colonia, y un par de segundos después, vino un lamento bastante lúgubre y triste, que se extendió por unos 10 segundos, toda la piel se me erizó, me asomé por la ventana para ver si veía algo, aun con todo el miedo del mundo, pero no vi nada, tomé mi teléfono y empecé a grabar, pero ya no sonó de nuevo, en ese momento mi internet volvió a funcionar y me llegó un mensaje de un amigo que vive a unas cuantas calles de aquí, preguntándome si lo había escuchado yo también, le contesté que sí, luego me comentó que según eso que escuchamos no fue la llorona, él la ha escuchado antes y así no grita, según le dijo su mamá, aquel lamento fue la muerte misma.
Que tendríamos que estar pendientes por que era probable que en próximos días murieran algunas personas en la colonia, que la muerte suele llevarse a 3 personas.
Durante la siguiente semana, en efecto murieron 2 personas de mi calle y 1 persona más a dos cuadras de aquí, yo no sé qué pensar, ni que fue eso que escuchamos, pero esta es mi historia.
Relato 2
Buenas noches mi nombre es Olivia, esta experiencia la viví cuando tenía apenas 14 años, en aquel rentábamos una casa entre mi mamá y yo, para mantenernos mi madre trabajaba en un restaurante en el turno que termina de madrugada, salía normalmente a las 2 de la mañana, pero a veces hasta las 3, dependiendo de los clientes que quedaban cuando cerraban la cocina.
Cuando mi mamá llegaba yo ya estaba dormida, yo iba a la secundaria en el turno matutino.
Debo aclarar que la puerta de mi cuarto se encuentra justo al frente de la puerta de entrada a la casa, cuando tengo la puerta de mi cuarto abierta, puedo ver perfectamente quién llega a mi casa.
Una de esas noches estaba yo apenas dormitando ya muy entrada la noche, cuando escuché que mi madre tocó la puerta de mi cuarto, fingí que estaba completamente dormida, pues no quería levantarme, mi mamá siempre solía despertarme para reclamarme por algo que no hubiera hecho el día anterior, entonces no quise abrir, quería quedarme tranquila y dormir a gusto.
Pero volvió a tocar, entonces me desperté por completo, pero aún no quería pararme a abrirle la puerta, pero entonces volvió a tocar, pero ya de una manera más agresiva, podía notar su enojo, ya entonces decidí levantarme porque si no se iba a enojar más.
En el mismo momento en que abro la puerta de mi cuarto, veo que al mismo tiempo mi madre esta apenas abriendo la puerta de la casa, apenas estaba llegando del trabajo.
Cuando cruzamos miradas, veo que se pone pálida y con mucho miedo me dice que me encierre en mi cuarto, que acaba de ver a alguien pasar corriendo de mi cuarto hacia el baño.
Mi madre sin saber que hacer, salió a la calle a gritar que necesitábamos ayuda, algunos vecinos salieron y fueron a revisar nuestra casa, todas las ventanas estaban cerradas y la puerta del patio de atrás tenía el cerrojo puesto.
Le pregunté a mi mamá que es exactamente lo que había visto, y me dijo que no era una persona física, pero que era una sombra bastante oscura, corpulenta, como de un hombre bastante alto, que pasó muy rápido desde mi cuarto corriendo hacia el baño.
Entonces ya le conté que también habían estado tocando la puerta de mi cuarto durante la noche.
Fuimos con un padre y nos dijo que no debí de haber abierto la puerta, me dio un crucifijo bendecido y oramos, pero aun así, dijo el padre que seguramente yo era sensible a todas esas cosas y que seguramente, me iban a seguir pasando.
Relato 3
Voy a contarles mi historia, pero en anónimo, me pasó hace poco, apenas unos 3 meses, en mi trabajo salíamos a las 9 de la noche, pero esa semana era fin de mes y un compañero y yo estábamos arreglando papeleo, platicábamos para hacer más relajada la carga de trabajo, total que terminamos como a las 11 de la noche, le dije que yo le echaba un aventón a su casa porque ya no había transporte y caminar era muy peligroso.
Apenas llegamos a la esquina de esa calle y en contra esquina hay una roca enorme, justo al lado de un poste de alumbrado público, sobre esa roca había una mujer sentada de espaldas a nosotros, se nos hizo algo raro pues ya era muy tarde y esas calles son de puras oficinas, ya no hay nada de gente en la noche.
Estaba como en cuclillas y tenía la cabeza metida entre los brazos, mismos que recargaba en las rodillas, estaba vestida con ropa casual, traía una camisa como de mezclilla azul y un short color caqui, de primera pareciera que estuviera llorando.
Pensamos que la habían asaltado y que estaría golpeada o algo, pero sentíamos algo extraño, por alguna razón, no nos daba confianza cruzar la calle y ayudarla, lo platicamos unos minutos y hasta llegamos a pensar que era un anzuelo para que cuando nos acercáramos nos asaltaran o algo.
Decidimos que para evitar cualquier mal rato pasaríamos en el carro cerca de la chica para ver que estaba haciendo, a ver si se veía golpeada y si de verdad estuviera llorando.
Cuando pasamos confirmamos que, si estaba llorando, yo conducía y mi amigo venia en el asiento de copiloto, nos acercamos, mi amigo bajó la ventanilla hasta la mitad y le preguntó si estaba bien, si podíamos ayudarla, pero no volteó a vernos ni nos contestó, solo siguió llorando.
Notamos de inmediato un profundo silencio muy extraño, pues no se escuchaba ni el aire, ni los carros de lejos, y comenzó a sentirse un frío tremendo que no puedo explicar con palabras.
Volteé a mirar a mi compañero y vi que también estaba medio asustado, decidimos que era mejor llamar a la policía, pero antes de poder hacerlo mi amigo decidió preguntarle otra vez si le podíamos ayudar.
Fue una pésima idea, la chica no nos contestó, se quedó en completo silencio, pero lentamente volteó a vernos, tenía un rostro que jamás hubiera imaginado, tenía la cara demacrada, los ojos completamente negros, con una expresión de completa tristeza y sus lágrimas brotaban como si abrieras una llave de agua.
Mi amigo con un grito ahogado me dijo que nos fuéramos rápido, yo sin más aceleré, con un montón de nervios, apenas podía hacer los cambios, miramos por el espejo retrovisor y vimos como desaparecía, como si fuera humo.
Con la emoción a todo lo que daba, decidimos regresar para ver si la podíamos encontrar de nuevo, di la media vuelta, y volvimos a la roca, pero no había nadie, unas calles más adelante, ya en una zona residencial, vimos a varios vecinos afuera de sus casas, nos detuvimos a preguntar, pero no conocían a la chica, más bien nos dijeron que ellos estaban afuera porque escucharon que una mujer gritaba con mucha desesperación y salieron a ver qué es lo que pasaba.