La globalización es un proceso complejo de interconexión e interdependencia a nivel mundial que se ha acelerado en las últimas décadas. Este proceso se refiere a la creciente integración de los mercados, la tecnología, la cultura y las instituciones de todo el mundo. La globalización ha sido impulsada por una serie de factores, como la liberalización del comercio, la innovación tecnológica, la movilidad de los trabajadores y el aumento de los flujos de capital.
La globalización ha llevado a una mayor eficiencia en la producción, una mayor especialización y una mayor competitividad entre las empresas. También ha dado lugar a una mayor conectividad y difusión de ideas y valores en todo el mundo. Sin embargo, también ha dado lugar a desigualdades económicas, sociales y políticas, así como a desafíos medioambientales globales.
La globalización se ha manifestado en una serie de aspectos, como el crecimiento del comercio internacional y la inversión, la expansión de las cadenas de suministro globales, la movilidad de los trabajadores, la difusión de la cultura y las tecnologías, la influencia de las instituciones internacionales y la creciente importancia de los flujos financieros internacionales. Como tal, la globalización tiene tanto beneficios como costos, y su impacto en la economía global y en la sociedad en general sigue siendo objeto de debate y análisis.